
La insólita escena sucedió en una sala de Nicaragua, cuando comenzó a gritarle a su marido, que había sido vencido por el sueño.
"No, no me voy a sentar, filma ahí y que se entere Nicaragua, que cada vez que salgo con él sólo durmiendose vive. ¡Vámonos a la casa!, que todo el mundo se entere, no me importa, que te dé vergüenza. Por favor, ¡vámonos a la casa, ya!”, le gritó la mujer al hombre, que poco podía hacer para calmarla.