Originario de China, el “kiri” o paulownia puede tener hasta 27 metros de altura. Con grandes hojas y llamativas flores de color violeta, se lo popularizó como el árbol más fuerte del mundo. Esto se debe a que una de sus cualidades principales es la capacidad de resistencia a agresiones extremas, como el fuego, ya que puede regenerar sus raíces y vasos de crecimiento de forma rápida, incluso en
terrenos casi estériles.
Suele utilizarse como planta pionera en terrenos poco fértiles, dado que sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al caer y descomponerse en el suelo, mientras que sus raíces previenen la erosión. El árbol absorbe 10 veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta del mundo, por lo que genera una emisión de grandes cantidades de oxígeno, lo que lo convierte en un aliado ideal para la lucha contra el cambio climático.