Según una encuesta realizada en 2015 por el National Sleep Foundation de Estados Unidos el 25% de las parejas duermen en camas separadas y el 10% en habitaciones diferentes.
Famosos como Luciano Castro o Leo Montero contaron que eligen dormir separados de sus parejas. “Vivimos como novios en la misma casa”, contó el ex conductor de AM en una entrevista. Y los expertos en sueño le dan la derecha a este hábito por considerarlo la mejor opción para descansar correctamente.
Según explicó Phyllis Zee, directora del Centro de Trastornos del Sueño del Northwestern Memorial Hospital, la lucha por el aire acondicionado encendido o apagado, los ronquidos, los movimientos bruscos durante el sueño o los distintos horarios de acostarse y levantarse pueden afectar el descanso de la pareja.
Y, aunque compartir la cama tiene su lado beneficioso y afianza la relación, hay otras formas de conseguir lo mismo sin compartir habitación. La experta recomienda que la pareja se haga mimos y tenga relaciones sexuales por las noches, antes de acostarse, o por las mañanas. Además, el hecho de tener camas distintas abre el juego a “¿lo hacemos en la tuya o en la mía?”.
"Dormir bien es muy importante para la relación, ya sea compartiendo la cama o no", afirma Zee. "Es una decisión personal, no tiene por qué implicar que hay problemas maritales".
El Huffington Post hizo una encuesta entre sus lectores y estos son los 12 mejores comentarios sobre por qué dormir en camas separadas puede afianzar la relación:
1. insomnio
“Dormimos en camas separadas desde el principio. Yo tengo insomnio y tengo el sueño muy ligero, me despierto con cualquier cosa… Tenemos horarios diferentes de acostarnos y de levantarnos: yo me voy a la cama temprano y me levanto tarde, y él se queda despierto hasta tarde y luego madruga. Todo es mucho más tranquilo si cada uno tiene su cama. Descansamos mucho mejor, nos acurrucamos y somos muy cariñosos cuando nos despertamos. Además, los dos somos introvertidos, así que a veces está bien que cada uno tenga su propio espacio. De otra manera, no lo tendríamos". (Erin Lidia)
2. ronquidos
"Yo tengo insomnio y él ronca como un animal. Normalmente vemos la televisión o nos acostamos en el dormitorio juntos y luego, cuando llega la hora de acostarse, él se va a su habitación. Ahora duermo cuando soy capaz de quedarme dormida y él duerme más porque no estoy dándole golpecitos constantemente para que se gire". (Sandie Massagli)
3. hijos
"Mi marido y yo dormimos en camas separadas. Tenemos gemelos y empezamos a dormir separados cuando nacieron, hace dos años. Por aquel entonces, cada minuto de sueño era muy valioso y necesario. Seguimos haciéndolo porque dormimos mejor (y él ronca como una locomotora)". (Brittany Hamrick Mazur)
4. movimientos nocturnos
"Mi marido y yo hemos dormido en camas separadas prácticamente desde que nos casamos hace 15 años. Él ronca, por lo tanto, no puedo dormir. Yo me muevo mucho y tenemos un colchón muy duro, así que él no puede dormir. Esto es lo que nos funciona a nosotros. Y esto no significa que no nos queramos o que no tengamos momentos de intimidad. Tenemos dos hijas y sigo sintiendo mariposas en el estómago cuando lo veo". (Katie VanVleet)
5. diferentes horarios
"Dormimos en habitaciones separadas. Nos encanta. Él se acuesta y se levanta tarde y yo me acuesto y me levanto temprano. Yo le invito a dormir conmigo, pero, inevitablemente, siempre acaba yéndose a su dormitorio. Por las mañanas, le llevo una taza de té y me subo de un salto a su cama. Preferimos esta disposición, pero no quiere decir que no nos queramos". (Nicki Macrae)
6. tener la luz encendida
"Cuando trabajaba tenía que levantarme temprano e irme a la cama pronto, era lógico que cada uno tuviera su propio espacio. Cuando me jubilé, tenía muchas ganas de poder leer hasta que quisiera cerrar el libro. Si eso implica dejar la luz encendida y leer toda la noche, así lo hago. Ambos dormimos mejor. Puedo irme a mi habitación y leer y escribir hasta cansarme. Llevamos 16 años casados y nos queremos más de lo que creíamos que era posible. Tenemos más de 60 años y nos encanta esta sensación de liberación". (Sheryl Perez)
7. ronquidos ii
"Mi marido y yo llevamos un año durmiendo en camas separadas y nos está yendo genial. Nuestra relación es más sólida que nunca y ya no discutimos porque el otro esté roncando". (Tracy Ann)
8. gustos diferentes
"Para nosotros dormir es importantísimo así que, sí, dormimos en camas separadas en la misma habitación. Nos gustan los colchones de distinta manera, yo tengo el sueño muy ligero y él tiene el sueño muy profundo y se mueve un montón; a mí me gusta ponerme un montón de mantas y a él no y ambos dormimos mejor cuando no hay nadie más en la cama […] Me encanta subirme de un salto a su cama por las mañanas para acurrucarnos (aunque nuestras camas no están muy lejos entre sí). ¡Nos encanta! Sé que la gente lo ve raro y que los demás piensan que no nos queremos o algo así, ¡pero es justo lo contrario!". (Kelsey Smith)
9. diferentes horarios ii
"La mejor decisión que he tomado nunca. Él empieza a trabajar pronto, yo trabajo más tarde. Respetamos los horarios del otro. Mi habitación es como mi cueva, en la que tengo un difusor de aceites esenciales y una almohada eléctrica (que él pone a precalentar antes de irse a la cama). Esto no es un reflejo del amor que sentimos por el otro; de hecho, es más bien lo contrario. El tiempo libre que tenemos para pasar juntos es bastante limitado, y ahí es cuando tenemos que ser creativos. Pero el resto del tiempo dormimos como un tronco". (Linda Shaffer Fleming)
10. diferente temperatura
"Mi marido y yo llevamos cinco años durmiendo en habitaciones separadas. ¡Los dos dormimos mejor! Nos despertamos a horas distintas y tenemos fluctuaciones de temperatura diferentes. Y aunque nos adoramos, agradecemos mucho tener nuestro propio espacio". (Diane Dunnington Hill)
11. insomnio ii
"Llevamos 35 casados y unos 10 años durmiendo en camas separadas pero en la misma habitación. Los dos nos despertamos y nos volvemos a dormir muchas veces a lo largo de la noche —vamos al baño, nos despertamos porque nos duele algo...— y de esta manera no despertamos al otro, ya que dormimos tan poco de por sí. No es un reflejo de los sentimientos que tenemos el uno por el otro; de hecho, es mostrar consideración con la otra persona. Dormimos cuando podemos y ambos lo entendemos perfectamente. Lo único que importa es que estemos juntos. Dormir en camas separadas puede ser la clave para un matrimonio duradero y feliz". (Robin Thomas)
12. dormir mejor
"Duermo mucho mejor y me siento más alerta y feliz. Creo que la gente da por hecho que hay problemas matrimoniales cuando la pareja duerme en camas separadas. Pero, sinceramente, esto solo ha mejorado nuestro matrimonio y, además, hay una cierta madurez implícita en poder decir 'te quiero y me encanta la vida que llevamos, pero de 9 de la noche a 5 de la mañana necesito descansar por separado". (Elle O'Keefe Échale)