Gray (South Shields, Inglaterra, 1948) es considerado uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo y ha sido profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford y de Pensamiento Europeo en la London School of Economics.
“Todos envidiamos el aristocrático desapego con el que los gatos contemplan el mundo y lo cómodos que parecen sentirse en su propio pellejo, como si supieran algo fundamental que nosotros ignoramos”, señala Gray en su libro ‘Filosofía felina’. “Las preguntas sobre el sentido de la existencia y el secreto de la felicidad nos persiguen desde los albores de la civilización, y quizá en esas lides, los gatos sean tan buenos maestros como los grandes filósofos”, sugiere Gray.
Partiendo de su experiencia con los gatos y de las brillantes páginas que han dedicado a estos misteriosos y carismáticos animales autores como Montaigne, Junichiro Tanizaki o Patricia Highsmith, Gray propone una “filosofía felina que nos sirva de guía para una vida más auténtica y sosegada.
“Los gatos no tienen interés alguno en enseñar a los humanos cómo vivir, pero es posible imaginar qué pistas nos darían sobre cómo llevar una vida menos embarazosa”, según Gray, de cuyo pensamiento pueden extraerse ‘diez mandamientos felinos para vivir bien”, que pueden servirnos de inspiración para nuestros propósitos para este año:
Los gatos no tienen interés alguno en enseñar a los humanos cómo vivir, pero es posible imaginar qué pistas nos darían sobre cómo llevar una vida menos embarazosa”
John Gray
Filósofo británico
1.- NO TRATES DE CONVENCER A UN HUMANO DE QUE SEA RAZONABLE
Tratar de convencer a las personas de que sean racionales es como intentar enseñar a los gatos a ser veganos. Los seres humanos usan la razón para reforzar aquello que quieren creer y, rara vez, para averiguar si lo que creen es verdad. No se puede hacer nada al respecto Si la irracionalidad humana representa una frustración o un peligro para uno, hay que huir de ella.
2.- ES RIDÍCULO QUEJARSE DE NO TENER SUFICIENTE TIEMPO
Si pensás que no disponés del tiempo que necesitás, es que no sabes cómo pasar tu tiempo. Haz aquello que sirva a algún fin tuyo propio y que disfrutes haciéndolo por si solo. Si vivís así y vas a disponer de tiempo de sobra.
3.- NO LE BUSQUES UN SENTIDO A TU SUFRIMIENTO
Si estás triste, tal vez busques consuelo en tu pena, pero te arriesgás entonces a convertirla en lo que le dé sentido a tu vida. No te encariñes con tu sufrimiento y evitá a quienes lo hacen.
Un gato atigrado calibra su próximo paso / Attila Nagy en Pixabay
4.- ES MEJOR SER INDIFERENTE QUE SENTIRSE OBLIGADO A AMAR
Pocos ideales han sido más dañinos que el del amor universal. Mejor cultivar la indiferencia, que puede tornarse en amabilidad.
5.- OLVIDATE DE PERSEGUIR LA FELICIDAD Y TAL VEZ LA ENCUENTRES
No encontrarás la felicidad persiguiéndola, pues no sabés qué te hará feliz. En vez de eso, hacé lo que te parezca más interesante y serás feliz sin tener que esforzarte por saber algo de la felicidad. No luches contra el miedo a la muerte. Dejá que se desvanezca. Si ansiás la calma y la paz, siempre estarás agitado.
6.- LA VIDA NO ES UN RELATO
Si pensás que tu vida es un relato, te sentirás tentado a escribirlo hasta su final mismo. Pero nadie sabe cómo terminará su vida, ni qué ocurrirá antes de eso. Mejor sería que te deshicieras del guión. Vale más la pena vivir la vida no escrita que cualquier historia que te puedas inventar.
7.- NO TEMAS A LA OSCURIDAD: SUELE OCULTAR COSAS INTERESANTES
Te han enseñado a pensar antes de actuar y, muchas veces, es un buen consejo. Cuando actuás por impulso, es posible que estés obedeciendo a dictados de filosofías que has interiorizado sin pensar. Pero, a veces, es mejor seguir un pálpito que destella desde las sombras. ¿Quién sabe adónde te podría llevar?
8.- DORMÍ POR EL SIMPLE PLACER DE DORMIR
Dormir para que puedas trabajar más cuando te despiertes es una manera muy triste de vivir. Dormí por placer, no por provecho.
9.- OJO CON QUIEN SE OFREZCA A HACERTE FELIZ
Quienes se ofrecen a hacerte feliz tratan de hacerse ellos mismos menos infelices de ese modo. Necesitan tu sufrimiento porque, sin él, tendrían menos motivos para vivir. Desconfía de las personas que dicen que viven para los demás.
10.- MIRÁ EL MUNDO SIN ESFORZARTE POR ENCAJARLO EN TU RELATO
Cuando ves las cosas sin querer cambiarlas, lo que en muchas tradiciones se llama contemplación, puede permitirte vislumbrar la eternidad. Cada momento está completo en sí mismo y el decorado cambiante se te revela entonces como si estuviera fuera del tiempo.
La eternidad no es un orden distinto de las cosas, sino el mundo visto sin ansiedad, según especialistas.
Pensador
Gray es considerado uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo y ha sido profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford y de Pensamiento Europeo en la London School of Economics.
Filosofía
“Las preguntas sobre el sentido de la existencia y el secreto de la felicidad nos persiguen desde los albores de la civilización, y quizá en esas lides, los gatos sean tan buenos maestros como los grandes filósofos”, sugiere Gray, quien invita a seguir la ‘filosofía felina’ de la vida.
Sentido
“Los gatos nos enseñan que buscar algún sentido al mundo es como buscar la felicidad: una distracción. El sentido de la vida es una sensación táctil o un olor que llega por casualidad y, antes de que te hayas dado cuenta, ya se ha ido”, señala el filósofo británico John Gray.