Aunque la ciencia no tiene certezas de dónde viene la predisposición humana a la música y la danza, hay algunas hipótesis.
Escuchar una canción puede provocar que movamos hombros, cabeza, dar golpes con los dedos. Incluso hay un reto de TikTok en el que el objetivo es resistir la tentación y no bailar cuando se escuchan canciones conocidas. Resulta que es más difícil de lo que parece.
¿Por qué bailamos los humanos?
Estudios han demostrado que los bebés de tan solo tres meses pueden empezar a moverse de repente al ritmo de la música. Todavía no está claro si son capaces de seguir un ritmo determinado.
Según los estudiosos , cuando nuestros oídos perciben música, la parte auditiva del cerebro traduce las vibraciones en algo que podemos entender, e interactúa con las áreas motoras encargadas del movimiento. Incluso cuando escuchamos música, pero nos quedamos quietos.
Por eso los seres humanos pueden palmear fácilmente al ritmo de una canción, incluso sin ninguna formación musical. Las investigaciones demuestran que los niños empiezan a moverse en sincronía con la música a partir de los cuatro años.
Aunque el ritmo desempeña sin duda un papel en el baile, otros aspectos de la música, como las frecuencias bajas, también influyen en él. Se ha descubierto que incluso los bajos más graves, frecuencias más bajas que las que podemos oír, inducen a la gente a bailar, según el estudio de la Universidad McMaster, de Canadá.