El café es una bebida tan tradicional como de culto, popular en el mundo, que incluso brinda numerosos beneficios para la salud. Sus amantes le suman azúcar, edulcorante o crema, pero existe una tendencia que crece y asombra: ponerle sal al café.
Se sabe que existen diversas formas de consumir los granos obtenidos de la planta del café. Se puede preparar a partir de los granos previamente tostados y molidos del cafeto y existen miles de variedades que hacen de esta bebida toda una experiencia.
Incluso mucho tiene que ver con la región y madurez que tenga, las costumbres locales y personas suelen realizar combinaciones.
Hay quienes sostienen que el café es una de las bebidas ideales para estimular al cuerpo, gracias al poder de la cafeína. De hecho, muchas personas ven imposible comenzar el día sin su taza para el desayuno.
Para otras, en cambio, resulta demasiado fuerte, por lo que prefieren no consumirlo. Y mucho tiene que ver son su amargor, que surge de distintas situaciones.
El proceso de tostado, por caso, forma compuestos llamados lactonas de ácido clorogénico y, en tuestes más oscuros, fenilindanos, que resultan de la descomposición del ácido clorogénico, resumen los sitios especializados.
La opción más frecuentes de reducir el sabor amargo del café es mezclarlo con azúcares o leche. Pero los fundamentalistas se niegan dado que modifica radicalmente su sabor original.
Diversos estudios demuestran que una taza de café diaria ofrece múltiples beneficios.
Diversos estudios demuestran que una taza de café diaria ofrece múltiples beneficios.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de azúcares libres no debe pasar de 10% de la ingesta calórica diaria total, tanto en adultos como en niños. Además, por debajo del 5% de la ingesta calórica diaria "produciría beneficios para la salud".
Por qué cada vez más gente le pone sal al café
Lejos de lo que algunos puedan pensar, agregar sal al café puede mejorar mucho el sabor amargo natural del grano.
Los científicos atribuyen capacidad al cloruro de Sodio para suprimir el amargor, permitiendo que otros elementos, resalte su sabor, según un estudio publicado en Nature.
Llamativamente, afirman, resulta más efectivo que el azúcar porque neutraliza el sabor natural, eliminando el amargor en lugar de ocultarlo debajo del dulce.
En esa misma línea, un estudio publicado por la Universidad de Oxford allá por 1995 confirma que “la sal es efectiva para enmascarar el sabor amargo ya que al añadirla a una mezcla de compuestos dulces y amargos, hace adquiera un sabor acaramelado”.
La voz de un barista experto en café
James Alexander Hoffmann es un barista inglés, youtuber, empresario, consultor de café y autor.
Saltó a la fama por primera vez después de ganar el Campeonato Mundial de Baristas en 2007 y desde entonces se convirtió en una voz autorizada y pionero del movimiento del café de la tercera ola de Gran Bretaña.
“Nuestra lengua tiene receptores del gusto que detectan iones del sodio y nos permiten experimentar el sabor salado", explicó Hoffmann.
Y concluye: "Esa salinidad también amplifica el dulzor y reduce el amargor, lo que explica por qué agregar una pizca de sal puede mejorar enormemente el sabor del café