La película es un drama, con algunos toques de comedia que cuenta la historia de:
Alan (Jorge Garrido) es un abogado y padre de familia que vive inmerso en su rutina laboral sin prestarle demasiada atención a Inés (Gaby Valenti) su esposa y Lautaro (Tadeo Iglesias) su único hijo.
A raíz de un accidente automovilístico Alan queda internado en el hospital más cercano. Allí conocerá a Víctor (Omar Musa) un hombre mayor repleto de valores y buenas costumbres que le enseñará otra forma de ver la vida.
Cuenta además con las actuaciones de grandes figuras como lo son; Mario Alarcon, Alejandro Fiore, Chela Cardalda, Gaston Pauls, Sabrina Raveli, entre otros.
La actividad está prevista dentro del marco del festival internacional Hacelo Corto, coordinado por Javier Nadares, quien busca promover constantemente la producción y la cultura audiovisual en saladillo.
Además, la película tiene equipo técnico local ya que Carla Puppi oriunda de saladillo realizó el rol de camarografa en todo el rodaje y el director de sonido es Martin Cesaretti, también de saladillo, también el productor Matias Sosa.
Motivación del director:
Realizar esta película ha sido sin duda, un viaje de reflexión y acercamiento al pasado. Como ex paciente oncológico viví varios años visitando un hospital en particular y crecí con la certeza de que, en ese tipo de lugares, no hay una sino miles de historias por contar. Cuando luchas contra el cáncer, te vas dando cuenta que la pelea es en equipo y que el hospital siempre es un lugar de paso.
Hoy que la salud se puso a nivel mundial en primer plano, creo que esta, es una película necesaria, al menos, para reflexionar sobre las relaciones humanas y la manera en la que vemos muchas veces al otro y como el otro también nos ve a nosotros.
Hoy, que la película está terminada, entiendo que no fueron en vano los días, meses y años que de manera independiente y autogestiva concentré en este proyecto.
Si bien la película es una creación de ficción, tiene un resabio muy autobiográfico, cuando uno hace cine, habla de sí mismo todo el tiempo.
También creo que como amante del género que construyo logramos de manera colectiva, generar ese vaivén de sensaciones agridulces que van desde la alegría, la sonrisa y la simpatía, hasta el dolor más agudo y profundo. En fin, soy un total creyente de que al cine, más allá de una historia o un mero entretenimiento, vamos a buscar emociones.